Ayer sábado celebramos una modesta fiesta todas las personas que conformamos UPyD en Melilla, no fue un gran festín ni contratamos grandes locales o caterings. Fue un encuentro cargado de emoción y compañerismo entre personas que no han venido a buscar nada, sino a aportar todo lo que tienen.
Y digo bien, todo lo que tienen, porque en esta formación tenemos la suerte de contar con personas que se dejan su tiempo y su piel en un gran proyecto que no ofrece dávidas a cambio, un proyecto en el que solo obtienes altas dosis de esperanza y te sientes con fuerzas para cambiar las cosas. Poco a poco, pero se pueden cambiar, sin fuegos de artificio ni grandes presupuestos, nuestra gasolina (vulgar forma de llamar a la financiación de las campañas) es la ilusión, y vamos sobrados de ella.
Una forma se ser y de hacer política de la que nos ha contagiado una persona, alguien que nos ha trasmitido esa pasión por mover el culo y hacer algo. Alguien que nos ha demostrado que grandes cosas no se consiguen de un día para otro y sobretodo alguien que aun en momentos complicados, ha sabido cargarnos de energía. Una energía que los análisis no le daban, pero que sinembargo nos inyectaba a todos.
El político mas coherente del panorama local, y no lo digo yo, forma parte de nuestro proyecto de futuro, y esta es otra de las cosas por la que nos sentimos afortunados y lo celebramos.
Pasión gritada al oído de le gente! Como le gusta decir a él, ilusión y esperanza son nuestras armas. No necesitamos gasolina ni rencor para seguir adelante!
Gracias Emilio Guerra.