Unión, Progreso y Democracia, considera que desde 2007, año en que la formación magenta vio la luz, la sociedad melillense y su electorado han tenido una evolución significativa que tendrá su máxima expresión en los comicios del 22 de mayo. Para su coordinador Emilio Guerra, “existe una incertidumbre que asusta a unos, descoloca a otros y mantiene en cierta ensoñación a los más atolondrados”. El líder magenta considera que UPyD es “la única esperanza, alternativa y el cambio para muchos ciudadanos que están hartos de la actual clase política y dirigente”.
El cabeza de lista a la alcaldía y presidencia de la ciudad por UPyD, considera que el ciudadano, cada vez acude a las urnas con una visión mucho más amplia, gracias a la información libre que encuentra en la Red. Melilla, argumentó Guerra, “ciudad de manipulaciones, fontaneros y conjuras políticas por antonomasia, no es ajena a esa corriente de frescura en la información, lo que se traducirá en un voto mucho más consciente y selectivo”.
Guerra, está convencido de la capacidad de su formación para “influir y condicionar” en los próximos escenarios políticos locales que puedan producirse En este sentido, quiso recordar que ya en las generales de 2008 “cuando nadie nos conocía”, influimos en el resultado electoral con nuestros modestos 300 votos. “Nadie quiso analizar esa incidencia, y debo recordar el estrecho margen -200 votos- que hubo para que el diputado fuese del PP o del PSOE”, subrayó.
UPyD considera que existe una importante y peligrosa brecha social en Melilla, que un partido de “claro matiz conservador e inmovilista” como el PP, se ocupa de “seguir alimentando para marcar y definir las diferencias entre los ciudadanos”. Al respecto, Guerra, insistió en llevar a cabo políticas progresistas que erradiquen el actual nepotismo, orientadas a ampliar y mejorar tanto la libertad individual como la igualdad de oportunidades para todos, sin ningún tipo de distinciones.
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