Sin prisas.

Posiblemente no ser estridente en el discurso, no atraiga a los exaltados, posiblemente no ir contra nadie, no sea la mejor estrategia de oportunismo político. Seguramente defender un proyecto de política seria y no caer en la fácil demagogia no llene las urnas de votos magenta.

Vivimos momentos difíciles en una gran crisis, no solo económica, sino también institucional y política, quizás estemos viviendo el momento en democracia con mayor distanciamiento entre políticos y sociedad, lo que parece no hacer cambiar las formas de los grandes partidos, que lejos de apostar por la democracia, son puras maquinas de marketing político. Aquí lo único que importa es el sillón, la alternancia en vez de la alternativa.

Y a río revuelto, algún oportunista que otro se apunta a ver que puede rascar. El revanchismo con buena financiación es otra alternancia mas, que como no, se apunta a este juego político, donde la democracia pinta poco y la venganza mucho.

Es una simple carrera a por el sillón, en la que espero no participar nunca, estoy convencido que defender un acercamiento de las instituciones al ciudadano, una lucha intensa contra del nepotismo, tener un proyecto claro de ciudad, la erradicación de la corrupción y el despilfarro no nos va a llevar a arrasar en las urnas.

Pero es la política que nos gusta hacer y no tenemos prisa, (mala consejera cuando quieres hacer algo bien) poco a poco, granito a granito se han conseguido grandes cosas.