Libertad de expresión

Un derecho tan fundamental como este y del que parece que disfrutamos en nuestra sociedad aunque no esta tan claro que podamos presumir mucho de él en nuestra querida Melilla.

Puede parecer exagerado que hablemos de una falta de libertad de expresión en estos 12 kilómetros cuadrados, pero el excesivo enfrentamiento entre grandes fuerzas políticas, una en el gobierno local y otra en el central, y la continua politización de todo por el interés de estas fuerzas políticas, hacen que muchas veces yo me cuestione si disfrutamos al cien por cien de este derecho que nos otorga la Declaración de los Derechos Humanos, la Constitución o la propia sociedad avanzada.

Estamos asistiendo en estos días a un duro enfrentamiento verbal entre PP y PSOE y lo mas grave de ello con un colegio de profesionales por en medio, que incluso se ha llegado a poner en entredicho y ha sido vilipendiado por los columnistas anónimos del PP, criticando tanto la propia institución como el decano del mismo, supongo que elegido democráticamente por todos los profesionales del gremio.

Yo no voy a entrar en valorar la profesionalidad de uno u otro arquitecto, entre otras cosas por que no soy nadie para ello, pero lo que no me parece normal es la reacción de un partido, al que se le supone garante de este derecho fundamental del que hablamos, ante unas criticas vertidas por otro partido político. Que digo yo en su derecho estará de criticar lo que considere oportuno, o no es esta critica lo que nos garantiza nuestra constitución como ciudadanos libres.

Al Partido Popular de Melilla o mejor dicho al Gobierno Autonómico , que realmente es lo mismo, parece que no le sienta bien la critica. Esa actitud de ir de sobrados y de no soportar a los que somos críticos con su gestión – cuando es mala, que no es siempre- esta creando un ambiente de crispación en la sociedad melillense donde parece que o estas con ellos o estas contra ellos.

El decano del Colegio de Arquitectos no tiene derecho a criticarles según ellos, aunque sus criticas estén sobradamente avaladas, ya que jamás han ido al Juzgado ese al que nos van a llevar a todos los que no reímos sus gracias, para arrebatarle nada de lo denunciado.

Estamos falta de libertad de expresión en Melilla y somos unos cuantos los que estamos en el bosque de los proscritos por no comulgar con lo que promulgan los “salvadores” de esta tierra, pero yo me encuentro muy a gusto siendo algo mas libre en nuestra débil democracia y en la ciudad en la que crecí y veo crecer a mis hijos, y ningún politiquillo por mucho tiempo que se pase en el poder me va a sacar de aquí, aunque alguno ya me ha invitado.